Benidorm Fest 2025, el claro ganador
La 4ª edición del festival que quieres sigue generando expectación y diversidad de opiniones.
Desde AEV España hemos dado cobertura al acontecimiento anual que nos tiene pegados a la pantalla, esperando un milagro que nos haga ganar de nuevo Eurovisión, y ya bajando a la tierra, para descubrir quién será nuestro próximo valiente representante en Basilea. Este año, la competición ha estado más reñida que nunca, con actuaciones que nos han hecho reír, morir del susto por algún fallo técnico, llorar y taparnos los oídos por algunas desafinaciones y, en algunos casos, preguntarnos si realmente entendemos lo que está de moda en la música actual.
Un vistazo a las semifinales
La primera semifinal arrancó con una energía desbordante. Los artistas se subieron al escenario del Palau d’Esports L’Illa de Benidorm, dispuestos a darlo todo. Hubo de todo como en botica: desde baladas desgarradoras (con exceso de contorno de ojos en algunos casos) hasta ritmos que nos hicieron mover el esqueleto como si no hubiera un mañana, como Kuve o la gran Daniela Blasco, emulando a las divas de ventilador que tanto nos gustan a algunos/as/es.
Ciertos participantes nos sorprendieron con vestuarios que parecían sacados de una película de ciencia ficción (véase K!ngdom o Mawot, con su loca caracterización sacada de un libro de fantasía mezclada con vestimentas propias de Guillermo de Ockham), mientras que otros optaron por una estética más clásica o simplemente poco llamativa… o de tan llamativa que no llamaba la atención, no sé si me explico (véase Chica Sobresalto, David Afonso). Pero, como siempre, solo unos pocos lograron ganarse el favor del jurado y del público para pasar a la gran final.
La Chispa, que partía como favorita, fue bastante criticada por su dudosa afinación y su escenografía simplista, pero este hecho no evitó que se vislumbrara su talento y pasara a la final. Asimismo, llamó la atención el pase de Lucas Bun, quien desbancó a Sonia y Selena gracias al voto del jurado, lo cual fue calificado por algunos de injusticia. Pero lo cierto es que ni las piruetas desacompasadas de las «guapas y reinas» ni los trajes en honor al musical Wicked ni su tonadilla bailable lograron convencer al exigente jurado.
La segunda semifinal superó con creces la calidad de la primera, esta ya más acertada sobre todo a nivel vocal. Las expectativas estaban por las nubes y los artistas no decepcionaron. Carla Frigo pasó más desapercibida quizá por la canción que no daba para mucho lucimiento, y sion embargo Mel Ömana sorprendió por su carisma, puesta en escena y voz perfecta. Entre ellos, destacaron: De Teresa, con tantos elementos escénicos que uno no sabía ya dónde mirar; J Kbello, con una propuesta muy potente y actual, con una coreografía y unos ritmos muy de ahora y una voz cautivadora; y sobre todo una artista que muchos recordamos con cariño desde su infancia rumbera: Melody. Con su canción Esa diva, logró encender el escenario y ganarse un puesto en la final. Pero no todo fue color de rosa para ella. Se enfrentó a varios desafíos, como el fallo de micrófono que parece perseguirle siempre que pisa un escenario de TVE, algo a lo que ella no dio mayor importancia pues, según sus palabras, «por más fallos que haya en el escenario, nunca pasa nada». De hecho, la artista en una de las ruedas de prensa utilizó la palabra «positividad» para describir su experiencia en Benidorm.
La Gran Final: Emociones y diversiones.
Llegó el gran día, 1 de febrero, la noche era para nosotros, nosotras y nosotres. La final del Benidorm Fest 2025 prometía ser épica, y vaya si lo fue. Los finalistas se dejaron la piel en el escenario, ofreciendo actuaciones que quedarán grabadas en nuestra memoria colectiva. Se ve que los artistas aprendieron la lección de las semifinales y limaron todas las asperezas que se encontraron en el escenario. Hubo momentos en los que el público contuvo la respiración, ya sea por una nota alta sostenida o por un paso de baile arriesgado o por una melena a modo de helicóptero. Las votaciones estuvieron llenas de tensión, con giros inesperados que mantuvieron a todos al borde de sus asientos, como el inesperado tercer puesto de Melody en la votación del jurado y el segundo puesto de Daniela Blasco, que todos creían que iba a ser de J Kbello.
Melody: La Reina indiscutible de la noche
Si hubo alguien que brilló con luz propia, muy a pesar de muchos que leéis estas líneas (y me habéis dejado caer en persona miles de críticas a este respecto), esa fue Melody. Con Esa diva, la sevillana no solo nos ofreció una canción pegadiza, sino que también nos recordó por qué la amamos desde aquellos días en que bailaba con los gorilas y De pata negra. Su actuación fue una mezcla perfecta de nostalgia de los 2000 y frescura (parece que para muchos está bien que una canción sea ochentera pero si recuerda a esta otra década les resulta deleznable), combinando su característico estilo potente con elementos modernos que resonaron tanto con el jurado como con el público. A pesar de haber sufrido problemas de salud en los días previos (ayer nos enterábamos de que el miércoles justo antes de su semifinal, había pasado la noche en el hospital por problemas respiratorios propios del cambio de clima), Melody demostró una resiliencia y profesionalidad admirables.
RTVE: Los indiscutibles maestros de la ceremonia
No se puede hablar del Benidorm Fest sin reconocer el papel fundamental de RTVE, ni que decir tiene de su impulsora María Eizaguirre y de todo su equipo, tanto organizativo como técnico. La cadena pública ha logrado una vez más organizar un evento de primer nivel, brindándonos una producción impecable (a pesar de los pequeños fallos de sonido) y una cobertura que nos hizo vivir al máximo cada instante. Desde las entrevistas previas hasta los análisis posteriores, RTVE nos mantuvo tanto a los medios asistentes como al gran público, informados y entretenidos, demostrando su compromiso con la transparencia, la música y la cultura española.
Gran acierto ha supuesto también la elección de las presentadoras: Una Paula Vázquez, no experta en Benidorm Fest pero sí conductora de preselecciones previas y de múltiples formatos televisivos, la cual aportó toda su frescura y saber estar. Y los rostros conocidos del festival, Ruth Lorenzo e Inés Hernand, quienes supieron adaptarse a su rol de orientadoras de lujo de todo el proceso de cara al espectador, con simpatía y talento. Todas ellas constituían el primer trío de féminas que (¡oh, sorpresa!) ha generado controversia por no incluir ningún hombre, cuando en otros programas o eventos deportivos los presentadores, comentaristas, directores, etc. son solo hombres y nadie dice ni pío.
El Benidorm Fest 2025 nos ha dejado claro que la música española está más viva que nunca. Con talentos emergentes y veteranos que continúan reinventándose, nuestro país tiene mucho que ofrecer en el escenario internacional. Melody, con su triunfo, nos recuerda que los sueños se hacen realidad con perseverancia y pasión. Ella misma nos confirmó en la rueda de prensa del día posterior al triunfo que ese era «el mejor momento de su vida».
Los datos son abrumadores:
RTVE, como siempre, nos demuestra que sabe cómo llevar lo mejor de nuestra cultura a todos los hogares, con una calidad escénica de 10, y para muestra solo hay que ver los vídeos de las actuaciones para darse cuenta de que algo muy valioso se ha aprendido de las 3 ediciones anteriores y de la organización del Junior Eurovision en noviembre de 2024, donde el ente público demostró estar a la altura de un acontecimiento internacional de primer orden. Ya no nos miran por encima del hombro allende los Pirineos (o eso queremos creer) sino que jugamos en primera división. Ahora, solo nos queda esperar con ansias Eurovisión 2025, donde, sin duda, Melody nos representará con el arte, el tronío y la gracia que la caracterizan.
¡Desde AEV España te deseamos todo lo mejor, Melody!