La italiana ha dado la cara tras el aluvión de críticas e insultos recibidos tras su paso por el festival donde finalizó en la vigesimaprimera posición, la peor clasificación italiana de toda la historia.

Durante una entrevista en el periódico italiano La Reppublica la italiana reconoce: «He tenido bastante con las redes sociales voy a estar calladita una temporada». Reconoce que aspiraba a lograr un puesto mucho mejor y que no hizo caso de las recomendaciones de su discográfica de añadir una estrofa en castellano, francés o inglés: «Nunca he aprendido idiomas solo un poco de francés en la escuela y no quería estropear la canción, prefería defenderla en mi idioma natal y el de mi país».

La hoja dorada de diosa y su vestido también fueron dianas de sus detractores: «En cuanto vieron los pantaloncitos bajo el vestido empezaron a llover insultos, nada me hubiera salvado».

Tras el batacazo la cantante afronta su treinta cumpleaños, un concierto con Laura Pausini y su gira de verano, tres proyectos que la italiana afronta con ganas tras su experiencia eurovisiva.