
Debutó en la cabina de comentarista para la BBC en 1971 (para la radio) y en 1973 para la televisión, aunque no fue hasta 1980 que lo realizó de forma continua hasta 2008. Criticado a la paz que alabado, su estilo hizo historia y su imagen se relacionó con el festival en Grab Bretaña desde entonces. Presentó numerosas galas de selección nacional y el propio festival en la edición celebrada en Birmingham en 1998, junto a Ulrika Jonsson.
Como nuestro Uribarri, cuando el personaje superó al profesional y sus comentarios quisieron tener más protagonismo que el propio festival, pasó a convertirse más en una rémora que en un activo para la BBC. Igual que el desaparecido José Luis, su imagen quedó emparejada a la de la historia de Eurovisión por su contribución al espectáculo y al desarrollo del festival tras tantos años tras el micrófono. Muchos puntos a favor y otros tantos en contra, frases míticas en la memoria de los espectadores, o incluso alguna protesta diplomática por sus expresiones en directo (hasta esto no llegó Uribarri), es el balance de una carrera que será difícil de igualar.
¡Hasta siempre, maestro!
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