Ya sabemos los datos de audiencia de la primera gala de Eurovisión 2009: El retorno, y TVE no tiene que estar en absoluto contenta con los resultados. Un pobre 6,7% de share y 747.000 espectadores para una gala de cerca de 4 horas de emisión que, según la mayoría de los comentarios publicados en Internet, fue demasiado larga y con demasiadas interrupciones.
Esto es lo que se refiere en cuanto a la gala televisada pero, ¿queréis conocer como lo vivimos desde el plató? Seguid leyendo…
En primer lugar hemos de agradecer a TVE que nos facilitara invitaciones a la Asociación. Así pues, un grupo de socios de AEV pudimos asistir en primera línea y acompañar a Isaac en su aventura de ser quinto elemento.
Las peripecias se iniciaron de buena mañana. Intérpretes y candidatos a jurado estaban concentrados en el hotel Confortel de Barcelona, a escasos 100 metros del Teatro Casino L’Aliança del Poble Nou. Allí, una asistente de producción nos presentó al productor de la gala y nos invitaron a ver el escenario y la sala chill-out (nuestra Green Room patria). Todo muy pequeño, pero acogedor.
Si bien es cierto que se respiraba bastante desorganización, no es menos cierto que se notaba mucho interés por parte de la producción de TVE para que las cosas salieran bien, y había ilusión en el ambiente. Asímismo el productor de la gala nos comentó que por la noche nos grabarían para hacer un reportaje sobre el movimiento eurofan. A mi me dio el tembleque y caí (literalmente) al suelo, lo que supuso la primera caída del día, aunque no fuera televisada…
Ya por la tarde, nos convocaron a todos, eurofans y seguidores de los grupos a las 20:00 en la puerta del hotel. En ese momento la desorganización se hizo más que patente: las azafatas contratadas para organizar los grupos no tenían ni idea de las invitaciones de los eurofans, por lo que anduvimos de allá para acá más de media hora sin saber bien dónde ir. Menos mal que la asistente de producción me facilitó por la mañana su número para que le avisara en cuanto llegáramos.
Al final, después de varias idas y venidas, llegaron los reporteros y con ellos nos fuimos a la puerta del Teatro, donde nos hicieron varias preguntas (la mayoría de ellas de dudoso gusto y volviendo a los temas recurrentes: frikismo, Massiel, Salomé, Chikilicuatre…) pero creo que salimos airosos del tema y se supone que en la próxima gala emitirán el reportaje. Más tarde nos enteramos que también a los «quintos elementos» les hicieron las mismas preguntas.
Cuando ya nos quisimos dar cuenta, eran las 21:00 y aún no habíamos cenado, así que por enésima vez nos llevaron con el resto de grupos (los invitados por los artistas) a un salón del hotel, y claro, ya no quedaba absolutamente nada: ni comida, ni bebidas. Pero Pilar, nuestra azafata, se portó genial con nosotros y nos consiguió unos cuantos bocatas, porque preveíamos que la noche iba a ser larga…
Sobre las 22:00 salimos hacia el Teatro (que estaba a unos 2 minutos andando) y allí, de nuevo, tampoco sabían qué hacer con nosotros: en principio íbamos a estar en un palco lateral, pero claro, ¿cómo metes a 30 personas en apenas 10 metros cuadrados (5 de largo por 2 de ancho)? Al final optaron por ponernos con el resto del público, y a esperar a que comenzara la gala.
Sobre la gala, pocas cosas que no sepáis ya. Alaska estuvo casi perfecta en su papel de anfitriona y defendiendo todo momento a los eurofans; el jurado… ¡ay, el jurado! Un sorprendente Uribarri, más centrado que nunca; Mauro Canut, del que todos nos temíamos lo peor pero que también sorprendió gratamente al final por las puntuaciones que dio; Mariola Orellana, genial fuera del escenario pero que con sus opiniones volvió a verter naftalina y topicazos sobre Eurovisión; y Toni Garrido, cumpliendo a la perfección su papel de «qué guay y qué progre soy».
Comenzó la gala con la presentación de los finalistas al quinto elemento. Isaac fue el Isaac de siempre, natural, espontáneo y con mucha energía. Aunque claro, quien más energia de todos tuvo fue Pedro Martínez, que de tanta energía, se salió del escenario y se pegó un hostión que saldrá seguro en todos los zapping de esta semana y durante mucho tiempo. Cuando volvió a subir al escenario, un numeroso grupo le canturreó: «Tírate de nuevo; tírate de nuevo».
Al final no fue Isaac el elegido, sino Víctor Escudero, otro miembro de AEV, quien se llevó el gato al agua. Una elección de la que podemos estar orgullosos, puesto que se trata de un reconocido eurofán que luchará por dignificar y llevar el sentido común al jurado. Muchas felicidades Víctor. Desde luego en tu primera intervención no nos defraudaste y dejaste el pabellón eurofán bien alto.
En cuanto al resto: una gala larga… muyyyy larga, más de cuatro horas de pie. El sonido, pésimo. No se oía bien, aunque esperábamos que en televisión fuera mejor, pero ya hemos visto que no. Se alargó innecesariamente la gala, pero lo peor de todo es que la tertulia entre Alaska y jurado fue lo más interesante de la noche y empezó ¡¡a la 01:25!!
La calidad de las canciones de esta primera semifinal fue patética. A excepción de Melody (le pese a quien le pese) y La La Love You, el resto fue francamente infumable. Sólo se podrían salvar de esta quema el patito (una canción de nula dificultad, por lo que no hubo desafines importantes) y Yulia Valentain (a la que no se le escuchó absolutamente nada). De Yulia destacar la facilidad que tiene para cambiar de nacionalidad: en el 2005 se nos presentó como ucraniana y este año como rusa… Si se celebrara un futuro festival en Yerevan y se volviera a presentar a otra preselección ¿sería armenia?
El resto de grupos, francamente mal.
Y por último las votaciones. O en TVE no entienden el funcionamiento de las votaciones, o a los eurofans nos tratan de tontos. Tras las votaciones del jurado hubo dos empates: La Red de San Luís y Noelia Cano a 35 puntos, y Carlos Ferrer EAI (el Patito), Normativa Vigente y Gran Baobab a 16 puntos. Sin embargo, nadie fue capaz de aclarar en base a qué critero se les transformó luego esos puntos a 8, 7, 4, 3 y 2 puntos.
En fin, así finalizó una noche larga y fácilmente olvidable. Esperemos que TVE aprenda de sus errores para el próximo sábado porque si no, la audiencia aún puede ser peor, y los asistentes se pueden volver tarumbas después de 4 horas de pie… de hecho, yo acabé muy mal como podéis ver.
La semana que viene la veré desde casita. Un beso a todos y todas.
Josemi
Lo mejor de la noche: Los Vivancos, Melodi, La La Love You, Alaska, las cartulinas de presentación de los participantes, la infografía y, pese a todo, las ganas que han puesto en TVE para hacerlo bien.
Lo peor de la noche: El sonido (¿no habían hecho pruebas previamente?), un escenario pequeño, algunos intérpretes que incomprensiblemente accedieron directamente a las galas (Vicente Casal, Normativa Vigente), los muchos desafines que se escucharon (Noelia, La red de San Luis), la duración de la gala.
