Ágatha eurovisiva

Agatha

Eurovisión ha sido la pasarela de los números 1 del diseño. Desde Courrèges o Pertegaz a Jean Paul Gaultier, Versace, Paco Rabanne, Verinno o Cavalli. Los modelitos que nuestros astros han sacado en escena nunca han eclipsado la canción que interpretaban… ¿nunca? Bueno, en 1999 Ágatha Ruiz de la Prada diseñó el atrevido vestido de la representante española.


Ágatha entró en el mundo de la moda en 1980, con apenas 20 años, como ayudante del modisto Pepe Rubio, aquel señor que se vistió de bandera polaca para salir en el jurado español de 1997. En pocos años, Ágatha escaló en el mundo de la moda, llegando a inaugurar su propia tienda-estudio en 1982. Organizó un montón de desfiles que llamaron la atención de los medios, hasta el punto que en el año 1985 se convirtió en un rostro popular gracias a sus continuas apariciones en TV. En un ránking publicado por la revista Interviú en 1985, Ágatha era considerada la octava mujer más conocida de España, en una lista encabezada por Isabel Preysler, Carmina Ordóñez y Pitita Ridruejo.

Ágatha tenía 24 años en 1985 y era una diseñadora que pretendía embarcar a los españoles en la cultura de la moda, de las marcas y de la calidad de la ropa. Ese mismo año había formado parte del jurado español para Eurovisión, coincidiendo con gente como María Asquerino. Se sentó al lado de Francisco Umbral, quien se maquilló como ella, y se mantuvo escéptica durante toda la noche ante los modelitos que sacaron los participantes en Göteborg.

El currículo de Ágatha sigue creciendo a lo largo de los 80 y 90. La siguiente parada del viaje es 1999, el año en el que nuestra protagonista estrena su primera colección de baño, con toallas, albornoces o escobillas de váter. Ese mismo año, exhibe sus trajes del homenaje a Chillida en la Fundación Würth de Alemania, y es que Ágatha ha valido lo mismo para un roto que para un descosido.

En mayo, su nombre se relacionó de nuevo con el Festival de Eurovisión, esta vez como creadora de vestido de Lydia. La representante española hizo caso omiso a los eurofans presentes en Israel, que le pidieron una y otra vez que no saliera con el modelo de Ágatha, que optase por algo más juvenil y menos… llamativo. Lydia estaba encantada con el traje de Ágatha y segura del maravilloso impacto que iba a causar en Europa. Impacto causó, pero entre los votantes al premio Barbara Dex al peor vestido de Eurovisión, que en aquella ocasión celebraba su tercera entrega. El modelito de Ágatha reunió méritos suficientes para ser condecorado con el prestigioso trofeo de la antimoda eurovisiva.

El resto de la historia la conocemos todos: 1 punto perdido de Croacia la situó en último lugar y la salvó del bochorno de quedar con cero puntos. Lydia declaraba a su regreso a España que no se explicaba cómo su traje podía haber influido tanto en una mala clasificación si Eurovisión era un festival de la canción y no del vestuario, pero claro… ¡los televotantes escuchan música y también tienen ojos! Menos mal que 10 años después Lydia ha reconducido su carrera con Presuntos Implicados.

Ágatha sigue creando y es poco probable que vuelva a cruzarse con el Festival de Eurovisión.

Tags :

Más entradas:

Últimas entradas:

EUROVISION.TV

EUROVISIÓN EN RTVE

ESC RADIO

DESCUBRIENDO EUROVISIÓN