Anggun un Waterloo más en la historia de Francia

Daniel Motiño

Se acaba el veranito y esa pausa eurovisiva que algunos nos tomamos  muy religiosamente, especialmente cuando un servidor vive el Festival de manera tan intensa y peligrosa. El Ecce Homo de Borja y Olvido Hormiguero causan furor mediático cuando ya nadie se acuerda de las abuelas rusas ni tampoco se habla mucho de Pastora Soler, o tanto como a nosotros nos hubiera gustado; Ivi Adamou se pasea por las carpas catalanas y seguimos esperando el disco de Loreen que a priori no parece querer aprovechar el filón de su Euphoria, considerada por otra parte canción del verano junto con el Starships de Nick Minaj; pero ¿Qué ha sido de Anggun?

La interprete francesa nacida en Indonesia se ha esfumado, cómo otras tantas, por completo, estaba destinada por muchos a causar sensación y devolver a Francia a lo más alto de la tabla, algo que no sucede desde el 2.002, el fracaso de la delegación francesa fue estrepitoso y claro, obteniedo tan sólo 21 puntos y un 22º lugar, confirmando la tendencia de descenso del país galo desde 2.009  y el peor resultado desde 2.007. Si hubiéramos tenido una votación de televoto 100% Francia hubiera conseguido su primer 0,  superando el único punto de Dominique Walter en 1.966 que es a día de hoy la puntuación más baja obtenida por Francia.

El enfado de Anggun se hizo notar, y no tardó la franco-indonesia en hacer declaraciones a la prensa de su país, «Estoy muy decepcionada con el resultado, esperaba un top-10, top-5 o top-3, Suecia era la favorita y también la mía personal, pero yo no merecía esto». Las aspiraciones de la cantante son tan altas cómo poco precisas, o sea un top-10 o un top-3 vamos como si de lo mismo se tratara, el caso es la pataleta y la falta de análisis de la situación.

Las limitaciones vocales de Anggun son claras, no voy a especificar que su limitación vocal en sólo en directo tal y cómo han hecho otros compañeros. ¿Es que acaso se puede ser limitada vocalmente en playback?. Fui testigo de los ensayos de la francesa en Bakú, y con decir que el directo de la noche fue el mejor de toda la semana, puedo daros una idea  de lo que los eurovisivos acreditados tuvimos que digerir cada vez que Anggun pisaba el escenario.

Echo (You and I) era una de mis canciones favoritas antes de llegar a Bakú, sin ser ningún experto en música ni en composición me parece que contiene un estribillo pegadizo, una estructura orginial y una melodía que a ritmo de silbido engancha, no hace falta ser una gran intérprete para transmitir esta canción que por sí sóla puede conquistar a muchos oyentes. Es por ello que no entiendo el Circo al cual nos expuso la RTF, a esa puesta en escena caótica y sin sentido con tres bailarines/gimnastas haciendo piruetas que nada tienen que ver con el ritmo de la canción; era imposible poder concentrarse en el tema  en la intérprete ante tanto meneito gimnástico, algo parecido a la «broma de mal gusto» que le hicieron a Eva Santamaría en 1.993.

Aunque secundario, el atuendo de alga marina de la cantante tampoco ayudaba mucho a salvar de la hecatombe a esa gran canción que es Echo (You and I); nadie dijo que iba a ser fácil hacer una puesta en escena y un directo decente para un tema claramente de estudio, pero tampoco era necesario un estropicio monumental como el que se presenció en el Bakú Crystal Hall.

Las críticas del resultado final, no sólo vinieron por parte de Anggun sino que de la televisión francesa, que por segundo año consecutivo ve como sus grandes expectativas se vienen abajo, el año pasado se culpó a un fallo de sonido del catastrófico resultado de Amaury Vassili, esta vez a falta de encontrar culpables se recurrió al trend-topic de toda la vida; el voto geopolítico.

Los periódicos franceses no dudaron en publicar titulares tipo «Anggun y Francia castigados», «Francia víctima del voto geo-político» y ya guinda en el pastel la puso Thierry Langlois, directo de France 3 «Vamos a hablar con la UER, porque creemos que debe haber un debate sobre la manera de repartir los puntos en Eurovisión con la que no estamos de acuerdo»  O sea ¿Cambiar las reglas para que Francia se lleve más puntos? La última vez que una televisión decidió cambiar las reglas, acabamos con el dichoso BIG-5 que tan poco ha aportado al festival.

El 15. lugar de Amaury y el 21. de Anggun, han llevado a la televisión francesa a cambiar su estrategia de selección de artista que tomaron en 2.009 con Patricia Kaas y les ha otorgado el único top-10 de los últimos 10 años. Nuestros vecinos no pueden permitirse el lujo de llevar «grandes nombres» para luego cosechar malos resultados, dejando de lado Patricia Kaas , jamás oi hablar antes de Jesee Matador o de los dos últimos representantes franceses, pero no quiero abrir un debate sobre lo que es un gran nombre o no, sino decir que un gran nombre tiene que ir acompañado de un gran equipo que cubra todos los frentes con creces , necesarios para conquista de un buen puesto en Eurovisión;  una buena canción y una puesta en escena acorde con el tema y el intérprete. Sin estos dos pilares ya puede llevar uno a Lady Gaga que podría  quedarse con cara de Póker ante el resultado final.

Me hubiera gustado comentar los otros batacazos franceses, que haberlos hailos, pero mira tú por dónde Anggun me ha dado para rellenar casi 1000 palabras, os dejo con la miel en los labios y volveré próximamente con los otros tropezones franceses en Eurovisión.

 

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