Ya no queda nada para el Festival. Todos los análisis y comentarios que escribamos ahora pueden ser objeto de que el personal se descojone releyéndolos tras el certamen. Pero aun así, hay que valorar lo que nos viene encima. Creo que no hace falta aclarar, pero sí reiterar, que lo que aquí se dice es mi opinión y que no vale más ni menos que la de cualquiera de vosotros.
Parece que en el Baku Crystal Hall (edificación mucho más mona que cualquiera de los horrores de las levantadas en Londres para las olimpiadas), Loreen parte como la clara favorita, y puede que nos encontremos ante una victoria tipo Rybak. Si las casas de apuestas tienen razón, van a sudar tinta los que ahora manipulan un orden de votación ad hoc para dar emoción al asunto. De todas formas el errático voto del jurado de los últimos años puede que sorprenda, y últimamente hemos visto que países que arrasan en televoto son castigados continuamente por los expertos…
De hecho me mosquea un tema sobremanera. Estamos en un momento de crisis en el que pocos países podrían afrontar el hecho de organizar un festival. Dichos países coinciden con los ganadores de las últimas ediciones; Rusia, Noruega, Alemania y Azerbaiyán. ¿Coincidencias? No creo en ellas cuando se repiten en el tiempo. Por eso Suecia vuelve a ser favorita, junto con otras televisiones que además llevan temas potentes como Noruega, Dinamarca o Alemania. Y por eso Italia creo que volverá a estar muy arriba, pero no podrá ganar. Monti nos desmontaría el evento.
España merece un párrafo aparte. Me gusta Pastora desde hace mucho tiempo, y por eso me defraudaron las canciones que presentó a la final. Esperaba más. Tampoco me gustó el soporífero programa, ni la agotadora actitud de los eurofans, propiciada por la propia Pastora con comentarios previos y con la actitud con la que afrontó cada canción. No le dieron oportunidades a las otras dos (que por otra parte eran un horror). Nos podíamos haber ahorrado las dos espantosas horas que duro el chou. Para esto, preselección interna desde el principio, en vez de realizar un programa que solo ayuda a que decaiga el interés por el festival entre la ”gente normal”. La canción ha crecido en mí, pero recordemos que Eurovisión es un festival de primeras impresiones, y el tema es mediocre y poco original. Solo la profesionalidad de Pastora y el jurado pueden colocar a TVE arriba. Eso, y que Federico Llanos no tome ninguna decisión sobre nada relativo a la puesta en escena.
Una de las razones por las que quiero que España quede bien es por no escuchar la sarta de chorradas que muchos escriben después del Festival cuando obtenemos una mala posición. Aunque llevemos canciones previamente rechazadas por otros países o cantantes, coreografías absurdas, canciones simplonas. Confunden que el cantante se porte bien con los fans con que ya debe quedar arriba en la puntuación. Y como quede mal, los jurados no son profesionales, el televoto una mierda, no nos quieren en Europa… Pais de pandereta.
La Zilli con un primer minuto tipo Amy me encanta. Noruega es un Saade transformado en el hombre que el sueco nunca será, y con un tema más completo. Standing still es una canción encantadora, y Dinamarca -a pesar de la batería- me pone mucho. La balada de Estonia es una gozada, y el tema islandés ha sobrevivido al inglés conservando su belleza. Habrá que ver si Reino Unido es capaz de cantar en directo un magnifico Love will set you free, y si mi fantástica Anggun sabe que en el festival no le van a poner playback (y si es capaz de interpretar). Atención a la dulzura de Joan Franka por Holanda con su absurdo penacho de plumas y a Jedward que han mejorado pero que ya no son originales, y que vuelven a rodearse con unos magníficos coros que tapan sus deficiencias vocales.
Tengo muchas ganas de ver a Albania en escena, a Zeljko con su profesionalidad, a Bosnia con su dulzura, a Kaliopi con un temazo. A Bulgaria, Chipre y Austria con su marcha, a Turquía con un tema magnífico y un cantante poco ortodoxo y a Grecia con su fórmula efectiva (por cierto leo y releo absurdos comentarios que Grecia siempre lleva lo mismo…. algunos que se habrán desmayado los dos últimos años y se han perdido el evento). Espero disfrutar también con Unbreakable, que sigue sin cansarme tras cuatro meses elegida, con Izabo por Israel, y con la interpretación de Eva Boto, y quiero sentir como Portugal continúa creciendo en mí con su preciosa letra. Quiero incluso reírme con el absurdo de Montenegro.
Estamos ante un festival con mucha más calidad que años anteriores. Algún bodrio hay, pero prefiero omitirlos para no despertar más odios. Miedo me da destrozar algún tema que sea favorito del lector, o que incluso tenga alguna relación con el cantante, autor o tramoyista (lo siento por Quédate conmigo, no podía obviar a la representación de TVE). Alguno de ellos pasará de las semis, siempre hay sorpresas.
Pero la final creo que puede ser una gran noche. Me encantaría que ganase Loreen, pero sería perfecto que no lo hiciera hasta la última votación. Y me encantaría que Pastora consiguiera un puestazo, aunque temo que no ocurra. Buena suerte a cada uno de vosotros con vuestro tema favorito, pa’gustos colores, y el arco iris está presente en nuestra organización desde su fundación.
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