Tras el golpe de estado que impuso un nuevo gobierno en Kiev y la posterior anexión de Crimea a Rusia después de una consulta popular, la UER afronta el reto sobre que hacer y como contabilizar los votos que se reciban desde la península del Mar Negro. Aceptar esos votos como rusos sería reconocer la soberanía rusa sobre el territorio, un tema sobre el que la UER intenta pasar de puntillas pero que puede explotarle bajo los pies.
En un reportaje publicado por el diario sueco aftonbladet.se el experto en Rusia Stig Frederiksson opina que Eurovisión puede ser la primera prueba de fuego sobre como afrontar la crisis de Crimea a nivel mundial. «Si la UER acepta los votos recibidos desde Crimea como rusos aceptaría pues la soberania rusa sobre el territorio«, declaraba al rotativo el politólogo.
Por su parte el Supervisor del Festival, Jon Ola Sand comentó al periódico: «Todavía no tenemos una respuesta para eso, se trata de un reto de la técnica. Tomaremos la decisión sobre el terreno cuando conozcamos la infraestructura en la zona. Todo dependerá de que la gente de Ucrania use un operador ucraniano o ruso«.
También la ganadora de Eurovisión 2012, Loreen dio su opinión sobre el tema. «Crimea tiene que contemplarse como parte de Ucrania hasta que se haya descartado cualquier tipo de abusos sobre los derechos humanos, y un referéndum justo y transparente se lleve a cabo. Si la UER permite la recepción de votos desde Crimea como Rusia estarían confirmando la situación actual».
