La UER se lo quiere poner fácil a Turquía para un pronto regreso a Eurovisión, para ello elimina la obligación de emitir el festival en directo para poder acceder a la edición del año siguiente, esto abre la puerta no sólo al regreso de Turquía sino de Liechtenstein, Polonia o Bosnia-Herzegovina.

Desde el establecimiento del partido pro-islámico de Recep Erdogan en el gobierno turco, Eurovisión no parece ser un espectáculo digno para la población de este país con demasiados destapes, libertad de expresión y guiños a la homosexualidad abierta, como lo fue el beso de Krista Siegfrids motivo por el cual la TRT prohibió la emisión del festival en su país. Otra de las deplorables posturas del nuevo consevardor gobierno han sido la imposición de trajes tradicionales a las azafatas de Turkish Airlines, la supresión de llevar el velo en las Universidades y unas cada vez más estrictas leyes de control en la prensa.