Desde que ayer se abriera la fase de votación online para elegir a los 10 candidatos de nuestra preselección, las plataformas de redes sociales, los buzones de correo electrónico y demás motores de expresión de opiniones están que echan chispas. El empuje de Pop Star Queen en las votaciones por Internet, que casi doblan a la segunda candidata, Coral Segovia, no ha dejado indiferente a nadie.
En facebook podemos leer comentarios de socios que, por regla general, se avergüenzan de tener una televisión pública que permite la entrada de «frikies» o de «gentuza» a la preselección de Eurovisión. Otros critican que TVE se erija como televisión enfocada a la calidad, cuando da pábulo a esperpentos salidos de un programa calificado como «telebasura», a saber, Sálvame de Telecinco, donde Karmele trabaja como periodista.
Más reacciones: las que critican que el público votante no tenga criterio y no vote las canciones por su calidad musical, sino por su exposición constante en los medios. A este caso de Karmele hay que añadir también el de El Pezón Rojo, propuesta que apoya el programa «¡Anda ya!» de cadena 40, lo que explica que el número de votos suba por la mañana y descienda por la tarde.
Como en todo debate, también surgen las voces optimistas que piensan que no hay que alarmarse, ya que el 50% del jurado salvará a España de volver a hacer el ridículo en Europa. Muchos piensan que la inclusión de Karmele en esta fase es una estrategia para acumular votos y, por tanto, visitas a la web de TVE, lo que convertiría a la página del ente en una de las más populares. Aunque RTVE ya no tenga publicidad, su objetivo sigue siendo ser líderes de audiencia, tanto en la radio, como en la televisión y en la web. El hecho de que haya votaciones masivas significa también que hay visitas masivas. Pero no nos engañemos: no sabemos lo que el jurado va a votar. A lo mejor, los «expertos» consideran «gracioso» que una señora que no sabe cantar ni bailar vuelva a dar el minuto de oro, o se aproxime, como ya sucedió en 2008.
Hay una afluencia masiva, por ejemplo, de las plataformas y los grupos de fans en facebook. En esta red social podemos encontrar grupos como «No Karmele Eurovision», «Odio a Karmele Marchante» o «Por una representación digna: no a Karmele u otros frikies en Eurovisión». En especial hay que destacar la plataforma «ANTI Karmele eurovisión» y algunos de sus mensajes como: «si no vales como periodista, mucho menos para cantar».
Todos los cantantes que se presentan a esta fase previa también tienen ya su grupo de fans y los buzones de correo se nos llenan con mensajes en los que nos piden que «nos hagamos fan» o que «nos unamos al grupo» de tal o tal artista. Esta claro que las plataformas de redes sociales son, más que nunca, una forma muy práctica de promocionarse.
Los socios lanzan mensajes desesperados: desde los que no piensan votar ni quieren participar en este espectáculo absurdo hasta los que piden a todo el mundo que voten a su favorito o favorita para que al menos se cuele en una de las 9 plazas de la final. Sí, nueve plazas porque, a día de hoy, lo que está claro es que Pop Star Queen será la ganadora de esta fase.
