Melodifestivalen fue el programa más visto de la televisión sueca con 4,13 millones de telespectadores en un país que apenas supera los 9,5 millones de habitantes. La pre-selección sueca consiguió meter sus 6 galas entre los 8 programas más vistos del año, todas las semifinales menos una fueron más vistas que el propio festival de Eurovisión que con 3,37 millones de audiencia finalizó en la séptima posición, su mejor resultado desde 2007.

A los suecos les gusta más Melodifestivalen que cualquier otra cosa, el formato mantiene enganchados a los escandinavos durante seis sábados seguidos en invierno y es que 6 de los 8 programas más vistos del año son precisamente las diferentes galas semifinales, el séptimo es Eurovisión lo que corrobora que los suecos triunfan en la industria discográfica debido a la pasión de sus habitantes por la música.

Con 4,13 millones la final del 9 de marzo acabó en primer lugar, el segundo lugar fue para la segunda semifinal del 9 de febrero en la que participaron Sean Banan o Anton Ewald alcanzó los 3,67, mientras que la primera en la que estuvo Yohio llegó a los 3,57 millones, acabando en tercera posición.

Eurovisión finalizó en séptima posición con 3,37 millones de espectadores por lo que confirma su tendencia a la alza desde 2010, cuando los suecos se quedaron sin final y el festival fue apenas seguido por 1,69 millones de personas, supera ligeramente la audiencia del pasado año 3,24 millones y obtiene el mejor resultado desde 2007.