La última eurovisiva andorrana, Susanne Georgi, ha reaparecido este mes de agosto en el mundo del espectáculo. Se encuentra en su Dinamarca natal ofreciendo conciertos con su hermana Pernille en el dúo Me & My, que quiere aprovechar el tirón que hay en estos momentos en el país de la Sirenita con la música de hace 20 años, «ahora mismo hay un retorno de la música de los 90, se hacen revivals en muchas fiestas y nos piden que actuemos».
En una entrevista concedida al Diari d’Andorra el pasado día 3, Susanne contaba que durante estos últimos años ha seguido viviendo en el país de los Pirineos. Ha estado pendiente de su familia (tiene dos niñas, una de tres años y otra de ocho meses) y de su trabajo en su salón de belleza. Según el rotativo andorrano, Susanne ha traspasado el negocio y pretende dar el salto al mundo del espectáculo compaginándolo con su faceta de madre y esposa. «Antes podía pasarme dos o tres meses de gira pero ahora no más de una semana, y eso que me llevo al marido y a las niñas», dice.
Sobre Eurovisión, festival en el que fue la última representante andorrana, Susanne declara lo siguiente: «Me causa tristeza que Andorra no tenga 80.000 euros para ir a Eurovisión cuando se gastan millones en otras cosas como el Circo del Sol. Eurovisión es una de las plataformas de promoción más increíbles que puede tener un país. ¿Qué costaría un anuncio así en TV? Yo lucharé siempre para que volvamos a Eurovisión: se saca mucho más partido de ese dinero que de mandar a políticos por el mundo».
¿QUÉ OPINAN LOS EUROVISIVOS DE LA RETIRADA DE ANDORRA?
A este respecto hay que señalar que en Andorra hay opiniones para todos los gustos sobre si el país debería volver o no al festival europeo. Alejandro Martínez, guitarra del grupo Anonymous en Eurovisión 2007, que por cierto ahora está en el grupo Àlex and the Sailors, dijo que Salvem el món fue toda una experiencia, «y la manera como los jóvenes del país se volcaron con nosotros fue un sueño. Todo aquello fue un gran tornado en pocos meses». Alejandro añade que en su opinión «Eurovisión nunca ha sido un referente, pero reconozco que podría ir bien para promocionar a los artistas locales. De todos modos, no soy de los que lloran porque no vamos».
Marta Roure (Eurovisión 2004), por su parte, está apartada del mundo de la música y trabajando en el turismo en la zona de Pas de la Casa. Dice guardar un recuerdo agridulce de su paso por Estambul. Reconoce que no estuvo acertada en su actuación y que los tres minutos le pasaron muy rápidos: «Estaba muy nerviosa aquel día y todos los anteriores, y eso la voz lo acusa». Aún así, volvería a repetir «con la experiencia que tengo hoy en día», recalca.
Por otro lado, Sergio Dalma felicitó a Andorra en abril de 2011 por haberse retirado del festival. «Es una decisión inteligente por parte de Andorra. Italia tampoco se presenta, por ejemplo», aseguraba el de Sabadell, y añadía que Eurovisión «es un espectáculo televisivo y mediático que lo disfrutan sobretodo los del norte de Europa y que no tiene la trascendencia que tenía antes, cuando podías hacer promoción».
EL RETORNO DE ME & MY
Volviendo a Susanne, hay que decir que la intérprete de La teva decisió no ha perdido del todo el contacto con la música. Su hermana tiene un estudio de grabación en Londres al que Susanne ha acudido porque están trabajando en «un proyecto que nos ha pedido una productora discográfica». Reconoce que ahora se lo toman con más calma que hace 20 años porque ya no están en el mismo lugar que entonces. Aún así, «de vez en cuando alguna revista nos paga alguna exclusiva. Yo me pregunto por qué quieren seguir hablando de mí, pero claro, en la vida todo es negocio». Dice que en su país de adopción, Andorra, sería incapaz de posar en un reportaje con sus hijas como ha hecho en Dinamarca. «Allí son más malos, si engordas 10 kilos son los primeros que lo publican».
En 2014 las Me & My tienen previstas más actuaciones en Dinamarca y una gira por Europa Oriental que podría llevarlas hasta a Japón. Precisamente del país nipón Susanna Georgi no guarda un buen recuerdo, ya que lo visitó en 1994. «Entonces tenía 18 años, vendíamos 100.000 copias de discos por semana y hacíamos tele para 40 millones de espectadores, viajábamos de Brasil a Japón. Dormíamos dos horas de media; recuerdo haberme acostado una noche maquillada para poder dormir una hora más «.
